En los Andes, la denominación común para el área dedicada a una producción es «la chacra»; así habrá una chacra de papas, de quinua u otras. Sin embargo, se pueden diferenciar hasta seis sistemas de producción de cultivos de acuerdo a la altura en que se establecen, al uso
o no de riego, calidad de suelos, objetivo de la producción, e incluso al sistema individual o colectivo de producción:
- siembra de parcelas alrededor de la casa, con cultivos alimenticios, tipo huerta;
- siembra de parcelas individuales en partes altas, bajo condiciones de secano;
- siembra en partes bajas con riego o maway, ejemplo: Cusco zona Quechua;
- siembra en sistemas colectivos de layme o aynoka (Puno y Altiplano de Bolivia);
- siembra en parcelas comerciales de mayor extensión (Cooperativas, Perú);
- huertos con frutales (Cajamarca, Cochabamba).
La agricultura de los cultivos andinos en condiciones de montañas no puede compararse con la de los cultivos comerciales, practicada en zonas planas, a nivel del mar y en otras latitudes.
En ese sentido, la agricultura de la región andina tiene similitud con la de otras regiones de montaña como son las ubicadas en los Himalayas asiáticos, o en la región de montañas africanas, por ejemplo Etiopía.
En los Andes Centrales (Ecuador, Perú y Bolivia), la agricultura de montaña se ubica desde los 1 500 hasta más de 4 000 msnm, con presencia de campesinos, sus conocimientos tradicionales y con una alta diversidad de cultivos y alternativas tecnológicas. Esas características en cierta manera la hacen única. Se debe tener en cuenta tanto los aspectos de la topografía del terreno, como los climáticos y los aspectos culturales de la población que los mantiene. A continuación se presentan las principales características agronómicas de estos sistemas agrícolas de los Andes.