jueves, 29 de agosto de 2013

ESPACIO ECOLOGICO ANDINO

Un importante aporte al conocimiento de los recursos naturales (flora y fauna) de los Andes ha efectuado el botánico argentino Cabrera (1973), quien distingue las siguientes provincias biogeográficas en los Andes altos de la denominada región neotropical:

Provincia Prepuneña: limitada al norte de la Argentina, comprende laderas y quebradas secas entre los 1000 y 3400 msnm. La vegetación es arbustiva y de cactáceas, con escasa área dedicada a la agricultura.

Provincia Puneña: cubre la región denominada Puna entre los 15� a 27�S, con una topografía tendiente a altiplanos y bordeada por cordilleras en los extremos occidental y oriental. El altiplano de mayor extensión se ubica alrededor de los lagos Titicaca y Popóo (Perú y Bolivia), cuyas influencias crean las condiciones para una agricultura semiintensiva.

Provincia del Páramo: ocupa las altas montañas de Venezuela, Colombia y Ecuador entre los 3800 y 4500 msnm. Está desprovista de árboles. frecuentemente cubierta de neblina y con precipitaciones superiores a los 1000 mm. Las gramíneas son dominantes y de allí que su mayor uso sea como pastizales. Colinda con la provincia Altoandina y en este límite se da algún tipo de agricultura.

Provincia Altoandina: es la región más extensa y se prolonga de norte a sur en toda la extensión de los Andes. En la región tropical llega hasta los 4200 msnm, pero al sur su cota desciende a los 3000 msnm. El clima frío durante todo el año sólo permite una agricultura de especies tolerantes al frío como la papa amarga y la qañiwa, plantas domesticadas en la región de los Andes centrales.

En esta clasificación no se consideran las condiciones especiales de los valles interandinos que se extienden a lo largo de todos los Andes, desde los 2000 a 3500 msnm y que constituyen el área agrícola más importante.

En el estudio agroclimatológico de la zona andina, efectuado por Frère et al. (1975), se presenta una exhaustiva discusión sobre los suelos, la vegetación y el clima que ocurren a lo largo de esta extensa región. Los Andes septentrionales, centrales y meridionales se diferencian tanto por su latitud, como por los regímenes de lluvias y distribución de temperatura. Se hace mención en este estudio a la presencia y distribución de los principales cultivos, tanto nativos como introducidos. Se concluye que la región debe considerarse como una isla semiárida y en algunas partes árida. La mayor aridez se observa en la región sur donde, a partir del altiplano de Puno y Bolivia, la precipitación desciende ostensiblemente de 700 mm en el altiplano norte a menos de 250 mm en los salares. En cambio, en la región cercana al Ecuador (8�N a 20�S), la precipitación es mayor y las temperaturas son más constantes.

La altura en la ecorregión ondina (desde 1000 hasta más de 4200 msnm) y la orientación juegan un papel muy importante; hacia el occidente las condiciones son más secas y hacia el oriente o Amazonía más nubladas y húmedas. Sin embargo, pueden apreciarse diferencias a nivel micro, dando origen a las denominadas zonas homogéneas de producción, más dependientes de la formación de suelos, así como otras fuentes de humedad.

Se considera útil exponer las variaciones que se presentan a nivel local y que favorecen el desarrollo agrícola e incluyen sobre las posibilidades de producción de los cultivos andinos.

Como un ejemplo de la zonificación agroecológica se presenta la región de los Andes del Perú y el actual uso agrícola que se hace de sus tierras. Los Andes del Perú han sido descritos en numerosos estudios que incluyen estudios sobre su composición botánica (Weberbauer, 1948), así como las características ecológicas (Brack, 1988; Beck y Ellenberg, 1977) y el uso agropecuario (Tapia, 1990; Paz, 1992).

Como un avance de lo que podría ser un aporte al estudio agroclimático de los Andes, se presenta el ejemplo de la región central en los Andes del Perú (Tapia, 1990) donde se ha propuesto una zonificación agroecológica que considera diferentes niveles jerárquicos: a un nivel macro las subregiones, en un segundo nivel las zonas agroecológicas (ZA) como unidades ecotaxonómicas determinadas eminentemente por la altura y el clima y que definen la vocación agrícola. En un tercer nivel se incluye la diferenciación en cada zona agroecológica de las zonas homogéneas de producción (ZHP) determinadas por variables edáficas, así como las condiciones microclimáticas y finalmente las tecnologías implementadas que determinan la producción y la productividad potencial. Estas últimas serían las unidades agroecoproductivas básicas para entender las diferencias en rendimientos que comúnmente se detectan en los Andes a mayor altitud.

En esta clasificación agroecológica para la región altoandina (sierra) del Perú (Figura 3), se considera la presencia de seis subregiones, según las condiciones macroecológicas (latitud, humedad, topografía, influencia amazónica u oceánica).

La diferenciación de 18 zonas agroecológicas permite tipificar zonas con condiciones agroclimáticas comparables, basadas tanto en la precipitación total como su distribución, las temperaturas máximas y mínimas y la altitud sobre el nivel del mar, topografía y exposición (Figura 3 y Cuadro 5).

Esta clasificación ha considerado el actual conocimiento campesino, así como respetado las denominaciones locales para la definición de las zonas agroecológicas, tomándose en cuenta la propuesta de Pulgar Vidal (1981) en la determinación de las "regiones naturales".

Por la presencia de condiciones ecológicas tan densas y variables en estas montañas tropicales, las zonas homogéneas de producción permiten evaluar el real potencial de uso de los recursos naturales. Cada ZHP tiene un uso agrícola diferencial en cuanto a especies y a variedades y se esperan rendimientos diferenciables según las condiciones climáticas de cada año.

Ocurren como parches y para identificarlas se toman en cuenta factores no modificables como evapotranspiración y características edáficas como profundidad, textura del suelo, directamente relacionados a la producción agropecuaria, así como los factores tecnológicos modificadores del ambiente, como cambios en la pendiente, cambio del pH, disminución del riesgo de sequía a través del riego para los cultivos y para mejorar la productividad de los pastos, etc.

Es a nivel de las ZHP que se puede diferenciar el cultivo en los Andes de más de 40 especies vegetales, muchas de las cuales son autóctonas y otras se han adaptado plenamente a la ecorregión andina y son consideradas como especies andinizadas.
Figura 3
Subregiones y zonas agroecológicas en la región altoandina del Perú

Cuadro 5
Subregiones y zonas agroecológicas y el uso agropecuario.

Subregión/Zona agroecológica Uso agropecuario *(Principales productos)
Septentrional

1 Quechua semihúmeda Frutales/maíz/lechería
2 Ladera baja Maíz/vacunos
3 Ladera alta Papa/cereales/ovinos
4 Jalca Pastizales/ovinos


Central

5 Qechua semiárida Frutales/papa/maíz/lechería
6 Suni o altina Papa/T.A./cereales/ovinos
7 Puna semihúmeda Pastizales/ovinos


Centro Sur

8 Quechua subárida Frutales/maíz/vacunos
9 Quechua alta Maíz/papa/cereales
6 Suni, ladera Papa/cereales/ovinos
7 Puna semihúmeda Pastizales/ovinos/camélidos
10 Puna semiárida Camélidos/ovinos


Altiplano

11 Circunlacustre Papa/T.A./cereales/quinua/vacunos
12 Suni, altiplano Pastizales/ovinos/vacunos
10 Puna semiárida Pastizales/camélidos
7 Puna semihúmeda Pastizales/vacunos/ovino/camélido
13 Janca Pastizales/camélidos


Vertiente occidental seca
14 Yunga ,marítima árida Frutales/raíces/lechería
15 Quechua árida Maíz/cereales/lechería
9 Quechua alta Papa/cereales
10 Puna semiárida
Pastizales/ovinos


Vertiente occidental húmeda
16 Yunga fluvial Frutales/caña de azúcar/raíces
17 Quechua subhúmeda Maíz/vacunos
18 Suni (nublada) Papa/T.A.
7 Puna semihúmeda Pastizales/camélidos
T.A.: Tubérculos andinos
* Con excepción de la Janca, todas las otras zonas agroecológicas se complementan con uso forestal bajo diferentes modalidades

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